Se vuelve el aire denso en tus pulmones,
la boca se contrae y se reseca,
galopa el corazón, todo te obceca,
y rígidos se tensan tus tendones.
Sumido en el silencio solo atiendes
a ruidos que en tu mente distorsionas,
febril y entumecido reaccionas
de un modo que tu mismo no comprendes.
Tu espíritu de lucha se te ahueca
y pierde solidez todo tu credo
haciendo de tus venas sangre seca.
no puedes dominar tamaño enredo,
desmontas dolorido de Babieca
y rindes tu Tizona ante ese miedo.