El tugurio

Huele a moqueta vieja y tabaco rancio.

Contemplo, sobre la rayada madera de la barra, un vaso ancho lleno de whisky con un enorme hielo flotando en su centro.

Suena un tango.

Hoy, contra ese hielo, voy a hacer que naufrague el Titanic de mis desengaños.

Esta entrada fue publicada en Microrelatos. Guarda el enlace permanente.