Discurso de los dos verbos.

(Extraído del Quijote apócrifo de Mairena del Alcor)


“A una legua escasa de esa venta que a Don Alonso se le antojó el castillo de un mago poderoso, quejóse Sancho de las escasas pertenencias que portaba su mulo en las alforjas y que, a buen seguro, habrían de dar con ellos (mas pronto que tarde) en la mas miserable de las pobrezas.

Enternecido por las palabras de su escudero quiso Don Alonso transmitirle aquellas sabias palabras que puestas en boca de Don Florian de Marlesquín, noble y audaz caballero de muy grandes hazañas, leyó una vez en uno de esos libros de caballería que con tanto acierto habían alimentado su atormentado espíritu años atrás.

Dijo así Don Alonso de Quijano:

“Has de ver ​— querido Sancho — que en esta rica lengua que heredamos de nuestros abuelos no hay verbo mas llevado en sentimientos que el “tener”.

Si en presente se conjuga, va siempre allegado a un sentimiento de orgullo, pues el que habla de lo que tiene, rara vez lo hace para otra cosa que no sea presumir y engalanarse con sus posesiones.

Conjugado en pasado conlleva tristeza o melancolía, pue se usa para disertar sobre aquello que a lo largo de la vida ha ido quedado en el camino. Y tiene cierto alivio cuando sólo se usa en la fortuna perdida o la heredad dilapidada, pues si de personas se habla siempre arrastra consigo hondo pesar por las ausencias añoradas.

Si en futuro se construye la frase, el verbo arrima decisión, ambición o esperanza, pues nada es mas humano que aspirar a la mejora de la situación que nos concierne, sea cual sea, pues no por ostentar poder y hartas riquezas, tiende el hombre a conformarse con lo puesto.

Y aún, ya sea en pasado, presente o futuro, este verbo acarrea un sentimiento de veleidad, pues o no se tiene lo que se tuvo o no se tendrá lo que se tiene.

Es por eso — Sancho amigo — que los fidalgos, aun viviendo sin tenencias, posesiones o herencias, apartamos este verbo de nuestras disertaciones, pues como único bien perdurable, nos afanamos en el uso deste otro verbo que es el verbo “ser”. Ya que si se es, se es siempre, se tenga o no cosa alguna que aportar al propio pecunio.

Céntrate pues en la tarea de alcanzar el “ser” antes que el “tener”, pues no hay fortuna mas grande que la que se adquiere en la forja del alma y el carácter.”

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