Los loros

Noticia: “Un zoo retira a cinco loros porque insultaban a los visitantes” El País, 2/10/2020


—¿Da usted su permiso?

—Pase, pase, Gutiérrez… ¿Algún problema?

—Verá, señor director, son los loros.

—¿Qué pasa con ellos

—Que están insultando a los visitantes

—¿Cómo?

—Si, señor director, lo que le cuento, venga a verlo…

—Vamos —dijo el director del zoológico saliendo apresuradamente de detrás de su escritorio.

Al llegar al aviario, un montón de gente se concentraba divertida alrededor de la jaula de los loros.

“Anacoluto”, “antropófago”,”bergante”, “iconoclasta”… los insultos se sucedían como los disparos de una ametralladora.

—¿Qué está pasando? —dijo el director—¿Cuando ha empezado esto?

“Catacrésis”, “cantamañanas”, “ectoplasma”,”filibustero”… Los loros se quitaban la palabra unos a otros.

—¿Quién ha enseñado ésto a los loros?, Gutiérrez…. ¿El vigilante nocturno?

“Lepidóptero”, “macrocéfalo”,”mamarracho”, “ostrogodo”…

—No lo creo, señor director, Julián es un chico muy serio y no se atrevería nunca a tal cosa.

“Rizópodo”, “sátrapa”,”zurupeto”, “papanatas”…

—Entonces sólo pueden haberlo aprendido de otro loro —dijo el director—, ¿Hemos comprado alguno hace poco?

—Si, ese Timneh de cabeza gris, nos lo cedió la semana pasada una familia que lo habían recibido como herencia.

—¿Y de quien era el loro? ¡Por el amor de Dios!

—De un viejo marino llamado Archibald Haddock, aunque todos le llamaban Capitán Haddock.

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